jueves, 22 de octubre de 2009

DINERO Y PSICOLOGIA

Como comentaba en mi primer post, la Psicología también es algo que me apasiona, porque todas las personas hacemos cosas que consciente o inconscientemente impactan en la forma en la que gastamos, compramos e invertimos. Hoy y mañana me gustaría comentarte dos casos muy cercanos.

El primero de ellos fue ayer con uno de mis amigos que desea comprarse un coche nuevo, pero que estaba teniendo algunos problemas para cerrar el trato, sobre todo por el precio del enganche, ya que el vendedor/comisionista no quería hacerle un descuento de más o menos $1,000 pesos que le había prometido en un principio, pero que después de hacer cuentas más serias, decidió que ese descuento era demasiado.

“De cualquier forma lo compraré…” me comentaba mi amigo, "$1,000 realmente no produce una gran diferencia cuando de trata de un auto nuevo...”. Sus palabras me dejaron pensando.

Ahora sí, intentemos juntos ver el papel que juega la Psicología en este caso. Para el caso de mi amigo, lo que hice para ver su reacción fue plantearle una situación: “imagina que antes de comprar el auto, tuvieses que comprar una pantalla LCD, y también imaginemos que el precio pactado es de $2,000”.

“En el momento en que vas a pagar el vendedor te dice que no te va a respetar el precio pactado, sino que te va a aumentar $1,000. Así, el precio final sería de $3,000”.
“Eso sería un robo”, respondió mi amigo, “un asalto, no puede aumentarte el precio en un 50% momentos antes de cerrar la venta”.

“Tienes razón”, le contesté, “si este es un robo en despoblado, ¿por qué estás dispuesto a pagar $1,000 más en un auto nuevo, y no en una pantalla?”. Finalmente son los mismos $1,000. Claro que si lo vemos en porcentaje, digamos que el coche vale $100,000, entonces la diferencia/aumento sería solamente de un +1% y no de un +%50. E incluso podría ser una decisión todavía peor si nos ponemos a pensar en los gastos adicionales que tendría el auto (mantenimiento, gasolina, llantas) respecto de los gastos adicionales que podría tener la pantalla LCD (luz y algún mantenimiento).

Pero son los mismos $1,000, que ya no podrás usar en caso de comprar cualquiera de los dos artículos. Mil pesos que te podrían servir para cualquier otra cosa.

Mi punto es, que al momento de comprar, gastar, invertir, o lo que sea que tengas planeado hacer con tu dinero, veas todas las perspectivas, no te dejes llevar solo por el porcentaje. Creo que en estos momentos más que nunca debemos pensar que compramos, en que gastamos y que podríamos hacer con ello.

Ahora que lo pienso, este también es un caso de “Costo de Oportunidad”, pero habrá ocasión de comentarlo más adelante.

Mañana comentaré con ustedes el siguiente caso.


Saludos y dejen sus comentarios. BLOGEEEEEEEEERROOOOOOOOOOOOOOOOSSSSSS.

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